Escándalo en puerta: el penal que no le cobraron a la Scaloneta en Colombia

Los campeones del mundo cayeron 2-1 ante el combinado cafetero en un partido bastante polémico.

La Selección Argentina cayó 2-1 ante Colombia en Barranquilla por la octava fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial, pero el encuentro estuvo sumergido en la polémica de principio a fin.

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Desde el pitido inicial, el conjunto dirigido por Lionel Scaloni salió con la intensidad que lo caracteriza, presionando alto y buscando dominar el juego. 


Sin embargo, una de las jugadas más comentadas y que encendió la polémica llegó apenas a los 9 minutos de juego, cuando un claro penal a favor de la albiceleste no fue sancionado, generando un fuerte debate.

Todo ocurrió en una jugada que inició con un intento de volea por parte de Nicolás González, cuyo remate salió mordido, generando un rebote que quedó en el aire. Julián Álvarez, siempre atento y dispuesto a pelear cada balón, fue al choque con el arquero colombiano Camilo Vargas.

En ese intento de disputar la pelota, Vargas, quien salió de manera errática y sin la decisión necesaria, impactó directamente en el cuerpo del delantero argentino antes de atrapar el balón.

Sin embargo, el árbitro chileno Piero Maza interpretó la jugada como un simple roce propio del fútbol y decidió dejar seguir el juego. A pesar de los insistentes reclamos de los argentinos, Maza no fue llamado por el VAR para revisar la acción en la pantalla ubicada al borde del campo.

De acuerdo a la mirada de Miguel Scime, ex árbitro de fútbol, dio su punto de vista sobre la controvertida acción y no dudó: fue penal.

De acuerdo a lo expresado por Scime, para entender la magnitud de la polémica, es crucial repasar lo que establece el reglamento en este tipo de situaciones. Según las normas de la FIFA, una acción se considera imprudente cuando un jugador actúa sin la debida precaución o con falta de atención, poniendo en riesgo al adversario.

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En el caso de Vargas, su salida fue claramente imprudente, ya que no logró controlar la situación y terminó impactando en Julián Álvarez de manera innecesaria.


Es importante destacar que este tipo de faltas, si bien no siempre ameritan una sanción disciplinaria (como una tarjeta amarilla), sí deben ser penalizadas cuando hay contacto suficiente para interferir con el oponente, como sucedió en este caso.

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