Qué posibilidades tiene el nuevo estadio de Godoy Cruz de ser sede en el Mundial 2030
La realidad es que albergar una Copa del Mundo en Argentina sería el sueño que todos los que no vivieron aquella consagración del Mundial de '78 en territorio nacional. Por ello, y ante el anuncio oficial de la candidatura para ser los organizadores de la edición de 2030, la manija es total y absoluta.
Un piloto francés le pasó por arriba a otro competidor a propósito en una carrera internacional
Con esa breve reseña sobre la mesa, hay que ponerse a pensar en frío sobre qué pasaría si se da este sueño de volver a ser sede de esta hermosa competencia.
En primera instancia, y en base a lo que dijo el propio presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio "Chiqui" Tapia, "esto es un compromiso muy grande" y que el país, al igual que Uruguay, Paraguay y Chile, "están a la altura", las chances están.
Conforme a ello, se comenzó a rumorear sobre qué provincias serían las seleccionadas para poner a disposición su mejor estadio. Los recintos que picaron en punta fueron los siempre presentes de Buenos Aires (Monumental y Bombonera), La Plata (Único), Córdoba (Kempes), y los refaccionados del interior como lo son el Madre de Ciudades, de Santiago del Estero; el Malvinas Argentinas, de Mendoza; y el Bicentenario, de San Juan.
No obstante, justamente en Mendoza hay una opción que merece estar en consideración por una de las tantas condiciones que establece FIFA a la hora de designar los estadios donde se llevarán adelante los encuentros de la Copa del Mundo, y esa posibilidad le corre al nuevo y remodelado Feliciano Gambarte, de Godoy Cruz.
Más allá de saber que el estadio mundialista de la provincia es el elegido para cada uno de los encuentros de gran calibre que se presentan aquí, el refaccionado edificio está en pleno trabajo de obra y se estima que estaría terminado a mediados de julio del corriente año. Además, el punto que le juega a favor al predio del Tomba es que FIFA toma muy en cuenta el impacto cultural que aporta el estadio en sí mismo, sin la necesidad de ser el protagonista de un encuentro de fútbol, tal y como sucedió con el conocido 974 de Qatar.
El emblemático escenario de la última Copa del Mundo llevó el nombre de la cantidad de contenedores con los que fue construido, además de aportar el toque cultural de saber que el color de uno de esos enormes recipientes significaba algo: lugar de rezo masculino con un color; de mujeres con otro; gastronomía con verde; higiene de celeste; y entretenimiento con otro.
Por otro lado, hay otros tres panoramas que le juegan muy en contra al nuevo lujo del Expreso: capacidad, accesos y alrededores.
En cuanto al tema de la cantidad de personas que podrá albergar el Feliciano Gambarte, las presentaciones remarcan que podrá asistir a un total de 23 mil personas, un número que queda por debajo del estadio más "chico" que podría ser sede en Argentina: el Bicentenario, de San Juan.
Messi se adelantó a todos y usará la 10 del París Saint Germain: las razones
Por el lado de los alrededores, a Godoy Cruz le juega en contra el Cacique Guaymallén que lo separa de la Costanera de Mendoza, mientras que el tema de los accesos al complejo también es uno de los temas a resolver. Con un ingreso paralelo al gran canal de agua, otro obligado a ingresar por la angosta calle Flores de las calles que se encuentran "pegadas" a ese sector del departamento, y el último por la puerta principal del club, en calle Balcarce, una de las avenidas más transitadas en el lugar. Con este rejunte de pros y contras, las chances de Mendoza, de presentar dos predios para ser cede en la Copa del Mundo, son pocas.