Dieta Hipoalergénica: qué es, cómo funciona y a quién está dirigida
La dieta hipoalergénica es un régimen alimenticio especialmente elaborado para reducir o excluir la ingesta de alimentos que suelen desencadenar reacciones adversas en individuos con alergias o intolerancias que pueden aparecer en cualquier momento, pero, sobre todo, tras consumir cierto tipo de comidas.
Esta dieta se aplica comúnmente para detectar posibles agentes que nos causan enfermedades o alergias y para manejar síntomas asociados a dichas condiciones. El seguimiento de este tipo de selección alimentaria sirve para mejorar la salud y la calidad de vida del paciente.
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El eje fundamental de la dieta hipoalergénica se centra en la disminución o la quita definitiva de la ingesta de ciertos alimentos que son considerados como componentes alérgicos que podrían estar generando una respuesta inmunológica negativa.
Aunque no existen normas absolutas que la definen, sí hay recomendaciones ampliamente aceptadas que guían su implementación. Se trata, por tanto, de un enfoque flexible, pero cuidadosamente estructurado, que se adapta a las necesidades individuales de cada persona.
Dieta hipoalergénica: las dos fases para el éxito
La aplicación de una dieta hipoalergénica suele desarrollarse en dos fases principales, claramente diferenciadas pero complementarias:
1. Fase de eliminación
Esta primera fase consiste en la excluir de manera exhaustiva y rigurosa cualquier alimento que pueda ser potencialmente alérgico o que se haya señalizado como probable de provocar síntomas. Esta etapa debe mantenerse durante un periodo determinado -comúnmente entre 2 y 6 semanas- para permitir que el organismo se adapte y se reduzca la sensibilidad.
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La rigurosidad en esta etapa es clave para que los resultados posteriores sean confiables.
Son al menos 14 días en los que se dejará de consumir aquellos que pensemos o que sepamos que nos hace mal.
2- Fase de reintroducción
Una vez finalizada la fase de eliminación, se inicia la reintroducción gradual de los alimentos que fueron excluidos. Este proceso debe llevarse a cabo de forma paulatina y meticulosa, sumando un alimento nuevo por vez y teniendo muy en cuenta cualquier manifestación clínica que pueda aparecer, como erupciones en la piel, problemas digestivos, congestión nasal, entre otros síntomas que nos den alerta. Los especialistas advierten que hay que esperar varios días entre la introducción de cada nuevo alimento para poder identificar con precisión si alguno de ellos es el causante de una reacción.
Esta es la fase que puede ser un poco más tediosa porque durante algunos días una persona puede terminar consumiendo siempre lo mismo por miedo a que algo le genere un problema.
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" Aquí es cuando hay que ser muy conscientes de nuestro cuerpo y de lo que vamos comiendo, es una parte fundamental del proceso que debe hacerse de manera detallada", recalcan los especialistas.
Este tipo de dietas no tiene como objetivo solamente aliviar los síntomas de una persona alérgica, sino descubrir su origen y abordar las causas en profundidad.
Sin embargo, como en toda dieta, es imperativo que se tenga en cuenta que realizar alteraciones importantes en la alimentación sin una adecuada planificación puede conllevar riesgos nutricionales.
En concreto, lo que se quiere decir es que reemplazar una amplia gama de alimentos sin una adecuada segunda opción puede conducir a carencias de nutrientes necesarios, tales como proteínas,calcio, hierro u otros minerales y vitaminas. Esta situación es más crítica obviamente en grupos vulnerables, como son los niños, los ancianos o personas con enfermedades preexistentes.
Es por eso que es obligatorio hacerla bajo supervisión médica o de un nutricionista.
Alimentos a evitar en una dieta hipoalergénica
Aunque, en principio, cualquier comida puede provocar una reacción alérgica en individuos sensibles, hay algunos componentes que son responsables de la mayoría de los episodios reportados de intolerancia alimentaria. Según la literatura médica y las pautas nutricionales globales, alrededor del 90% de las reacciones alérgicas en la población se pueden atribuir a ciertos alimentos
Leche vacuna y sus derivados lácteos
Huevos
Maní en todas sus presentación
Frutos secos (como nueces, almendras, entre otras)
Trigo
Soja
Pescado
Mariscos (crustáceos y moluscos)
Como dijimos anteriormente, el correcto funcionamiento de una dieta hipoalergénica de manera efectiva, nos obliga a evitar ciertos estos alimentos y quitarlos de nuestra rutina individualmente.
Dieta hipoalergénica: qué comer
Así como dijimos que hay que evitar leche, huevos, frutos secos, soja, trigo, mariscos y otros alimentos como el pescado, en una dieta hipoalergénica se suele incluir:
Alimentos sin gluten
Batata
Arroz
Carne vacuna, cerdo, pollo,
Verduras cocidas
Frutas peladas o cocidas (evitar el perejil, el apio y los condimentos)