Es ingeniero pero dejó su trabajo en un banco para vender videos hot: gana cinco veces más

Diego Rivano tenía a los 27 años lo que se podría decir una vida "soñada": un título de Ingeniería Comercial y un buen trabajo en un banco. Pero de repente se dio cuenta de que eso no era lo suyo y decidió abandonar esa tranquilidad para comenzar a ganar cinco veces más de lo que su empleo le daba. ¿Cómo? Comenzó a explorar el mundo de Only Fans.

Cómo es el negocio de Only Fans, la app donde se trasladó la pornografía virtual

"Lo que yo hago es 100 por ciento explícito, de hecho es sexo explícito", dijo el muchacho en diálogo con el medio chileno Las Últimas Noticias. Él vende a sus seguidores que pagan una suscripción mensual un contenido exclusivo de índole sexual. "En mi contenido aparezco solo o con amigos", sostuvo arrepentido de no haber comenzado con el negocio antes.

"Estoy ganando cuatro o cinco veces más de lo que ganaba antes. Estoy sacando harta lucas y mi objetivo es ahorrar y generar un negocio nuevo", manifestó Rivano, quien es un influencer chileno con una importante cantidad de seguidores en Instagram y Twitter.

Actualmente, Diego tiene en el sitio web entre 550 y 650 suscriptores mensuales y dice que ha conseguido ganar cerca de $5 millones de pesos chilenos (6.858 dólares) por mes a través de contenido pornográfico, mientras que la página se queda con el 20% de lo que pagan sus seguidores.

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"Partí un poco viejo. Debería haberlo hecho antes, partí a los 27 y llevó un año. Creo que mientras uno sea vea bien, te queda tiempo. A mí me debe quedar unos cinco o seis años. Después de eso hay que ver cómo está uno", comentó.

Algunas de las claves de su éxito están en una sólida base de seguidores en otras redes sociales. "Mi fuerte es Instagram, donde tengo 98 mil seguidores, pero también uso Twitter. Allí subo contenido para entusiasmar a la gente y que paguen por el Only Fans. Es una cuenta privada, yo filtro quién entra y quién no, y así genero interés en la cuenta", declaró.

Otros de los secretos para vivir del "Netflix del porno", como él lo define, es la falta de tapujos en exponerse por completo. "Generalmente, los chilenos no se atreven a subir cosas explícitas. Eso, finalmente aburre a los suscriptores. Si yo pago es porque quiero ver algo más", completó.