La receta definitiva para preparar la clásica pastafrola argentina
Sin dudas, la pastafrola es una de las tartas dulces más emblemáticas de la gastronomía argentina, aunque también es muy popular en países como Paraguay y Uruguay. Sucede que es perfecta para acompañar unos buenos mates y disfrutar en la merienda, o incluso para comenzar el día con un toque dulce. Sin dudas, es una receta clásica que nunca pasa de moda.
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Ahora bien, para comenzar a despejar dudas, es importante saber que la versión tradicional de la pastafrola se compone de una masa suave y esponjosa rellena con dulce de membrillo derretido, decorada con tiras de masa entrecruzadas en la parte superior. Esta es la versión clásica. Sin embargo, con el tiempo surgió una variante que reemplaza el membrillo por dulce de batata, generando un debate eterno entre los amantes de esta delicia.
A continuación, paso a paso y en detalle la explicación de cómo hacer una auténtica pastafrola de membrillo con una masa perfecta y algunas técnicas infalibles para lograr un resultado impecable.
La clásica receta argentina es ideal para disfrutar en el desayuno o la mediatarde.
El secreto de la pastafrola casera
Si bien esta receta es sencilla, toda preparación en el rubro pastelero tiene un secreto o una complejidad. En la pastafrola, la clave se esconde en cómo manejamos la masa. Aquí será muy importante respetar el tiempo de reposo en la heladera antes de armar la tarta, ya que contiene una gran cantidad de manteca y debe manipularse con cuidado.
Paso a paso claves para trabajar la masa de pasta frola
El primer paso antes de colocar la masa en el molde, es forrar este para evitar generar calor y que la manteca se derrita con el calor de las manos, una técnica útil es tomar pequeños trozos de masa y distribuirlos en la tartera. Luego, se coloca un film sobre la masa y se aplasta suavemente con el puño hasta cubrir toda la base de manera uniforme.
Cómo debe trabajarse la masa e la pastafrola.
Otra alternativa por la que podemos optar para resguardar la manteca es colocar la masa fría sobre una tabla, cubrirla con otro film y estirarla con un palo de amasar hasta lograr el grosor adecuado. Luego, se retira el film superior y, con ayuda del film inferior, se vuelca la masa sobre el molde sin riesgo de que se rompa.
Luego para decorar nuestra pastafrola, vamos a realizar el corte de las tiras tan características que adornan nuestra tarta. Para lograr un enrejado prolijo, se debe estirar la masa entre dos films y llevarla a la heladera. Una vez fría, se retira el film superior y se cortan tiras del grosor deseado con una cuchilla, asegurándose de marcar también el film inferior. Luego, se levantan con cuidado y se colocan sobre la tarta sin deformarlas.
Ingredientes para una pastafrola mediana
La masa la realizaremos con: 1 Huevo; 1 yema; azúcar 200grs.; harina leudante, 400grs; manteca, 200grs; azúcar, 200grs; esencia de vainilla 1cda; Sal 1 cdta. Para el relleno, necesitaremos: 400grs. de dulce de membrillo.
La receta definitiva de la clásica pastafrola
Lo primero es colocar la manteca en un bol, cortada en cubos. Debe estar a temperatura ambiente, ni demasiado fría ni derretida. Con batidora, mezclamos con el azúcar hasta obtener una crema suave y homogénea. Luego, incorporamos el huevo, la yema, la esencia de vainilla y la ralladura de limón. Es normal que al principio parezca que la mezcla se "corta", pero al batir bien, se integrará por completo.
Cuando la preparación esté lista nuevamente, dejamos la batidora y utilizamos una espátula. Agregamos la harina leudante en forma gradual e incorporamos con movimientos envolventes. Al compactar, trabajamos la masa con las manos sin amasar en exceso. Envolvemos en film y refrigeramos por 30 minutos.
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Para el relleno, cortamos el dulce en cubos y lo colocamos en un bol con una cucharada de agua. Lo llevamos al microondas un minuto a potencia media para ablandarlo. Luego, lo pisamos con un tenedor hasta obtener una textura suave. Es importante manipularlo con cuidado, ya que puede estar muy caliente.
Retiramos la masa de la heladera y forramos el molde presionando con el puño y un film. Acomodamos bien los bordes y extendemos el relleno.
Para la decoración, estiramos la masa entre dos films y la enfriamos. Luego, retiramos el film superior, cortamos tiras con una cuchilla y las trasladamos directamente sobre la tarta.
Horneamos a 200° durante 40 minutos o hasta que se dore.