Impactante: un niño jugaba en la calle y un meteorito cayó a sus espaldas
El registro en las cámaras convirtió este fenómeno astronómico en un acontecimiento que se ha vuelto viral en las redes sociales. Un meteorito cruzó el cielo nocturno de la ciudad de Erzurum y la provincia de Gumushane en Turquía, y fue documentado por cámaras de vigilancia, teléfonos celulares y miles de testigos.
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Uno de los clips más impactantes muestra a un niño con un globo cuando, de repente, el cielo se ilumina con un resplandor verdoso que cambia de color a medida que el meteorito avanza. Las tonalidades del destello oscilan del verde al azul y, finalmente, al naranja.
Otros vídeos capturaron el momento desde rutas y zonas rurales de la provincia. Al parecer, el meteorito se desintegró por completo en su trayectoria.
Afortunadamente, las autoridades no han informado sobre daños causados por un posible impacto del cuerpo celeste en áreas urbanas, lo que sugiere que se desintegró sin representar una amenaza para la población.
En los múltiples videos que circulan en las redes sociales, se aprecia un color verde cuando aparece este fenómeno astronómico en las pantallas que lo registran. Luego, se torna de un tono semi-azulado para finalmente culminar en un color naranja.
El color verdoso que a menudo se observa en los meteoritos, como el que cruzó el cielo de Turquía, se debe generalmente a la presencia de ciertos minerales y elementos en el propio meteorito, siendo el níquel uno de los responsables más comunes.
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Cuando este tipo de meteoritos ingresan a la atmósfera terrestre a velocidades extremadamente altas, se produce fricción y calor intensos, lo que provoca que el meteorito se ilumine en diversos colores.
La atmósfera terrestre también desempeña un papel fundamental en la coloración. La interacción de los minerales con los gases y partículas atmosféricas puede dispersar o refractar la luz, influyendo en los tonos que se observan.
Este fenómeno es similar a lo que ocurre durante un atardecer, cuando la luz del sol cambia a tonos de rojo y naranja al atravesar más capas de la atmósfera, aunque en el caso de los meteoritos, el proceso es mucho más rápido y dramático debido a la velocidad y la energía involucradas.