La OMS declaró emergencia sanitaria por la propagación de una enfermedad mortal
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia de salud pública de importancia internacional debido a la preocupación por la expansión de una cepa más mortal de viruela del mono, conocida como el clado Ib, que llegó a cuatro provincias africanas previamente no afectadas. Este virus, que había sido contenido anteriormente en la República Democrática del Congo, despertó una alerta global.
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El comité de emergencia de la OMS, compuesto por expertos independientes, se reunió de forma virtual para evaluar la gravedad del brote y asesorar al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Tras esta reunión, Tedros anunció la declaración de emergencia, el nivel más alto de alarma bajo el derecho sanitario internacional.
Este estatus, conocido como PHEIC (Public Health Emergency of International Concern), se otorga a eventos extraordinarios que representan un riesgo para la salud pública a través de la propagación internacional de enfermedades y pueden requerir una respuesta internacional coordinada.
El brote tuvo un impacto significativo en África. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África declararon el brote como una emergencia de salud pública de seguridad continental, la primera declaración de este tipo desde la creación de la agencia en 2017.
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Desde principios de este año, se reportaron más de 17.000 casos y más de 500 muertes en 13 países africanos, con la República Democrática del Congo registrando la mayoría de los casos, superando los 14.000.
La viruela mitocondrial, anteriormente conocida como viruela del mono, es una enfermedad viral que se propaga fácilmente entre personas y desde animales infectados. El virus se transmite a través del contacto cercano, como tocar, besar o mantener relaciones sexuales, así como mediante materiales contaminados como sábanas, ropa y agujas. Los síntomas incluyen fiebre, sarpullido doloroso, dolores de cabeza y musculares, baja energía y ganglios linfáticos inflamados.
Históricamente, la enfermedad se detectaba principalmente en África central y occidental, pero en 2022 comenzó a propagarse a Europa y Norteamérica, lo que llevó a la OMS a declarar una emergencia sanitaria mundial en julio de ese año, que se mantuvo hasta mayo de 2023. La viruela mitocondrial se caracteriza por dos clados genéticos, I y II. El clado Ib, responsable del brote actual, es más transmisible y causa una enfermedad más grave.
Funcionarios de la OMS han subrayado que el virus podría ser contenido "de manera bastante sencilla, si hacemos las cosas correctas en el momento adecuado". La organización hizo un llamado a la cooperación internacional para financiar y coordinar los esfuerzos de contención del brote.
Además, ya se ha aprobado el uso de emergencia de vacunas contra la viruela mitocondrial y se ha desarrollado un plan de respuesta regional que requiere 15 millones de dólares, de los cuales 1,45 millones ya han sido liberados del Fondo de Contingencia de la OMS para Emergencias.