Por el cambio climático, el día ya no tendrá 24 horas: qué pasará según los expertos
Un día completo podría durar aproximadamente 23 horas, 56 minutos y 4 segundos, según un reciente estudio realizado por geofísicos del Instituto de Geodesia y Fotogrametría del ETH Zürich, en Suiza. Este descubrimiento implica un ajuste en la percepción tradicional de un día de 24 horas, con potenciales impactos en calendarios, horarios y actividades humanas a largo plazo.
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Los científicos vincularon esta alteración en la duración del día a los movimientos internos del núcleo fluido de hierro de la Tierra. Utilizando avanzadas técnicas de modelización teórica y redes neuronales, lograron identificar pequeños desplazamientos en el límite entre el núcleo y el manto como los principales responsables de este cambio casi imperceptible.
Para alcanzar estas conclusiones, el equipo integró múltiples datos, incluyendo mediciones del campo magnético terrestre, volúmenes de hielo y agua, efectos gravitacionales de la Luna y registros históricos de eclipses.
Aunque inicialmente se pensaba que las variaciones en la masa de hielo y agua eran determinantes, los resultados demostraron que su impacto es menor en comparación con las fluctuaciones generadas por los movimientos internos del núcleo.
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El estudio señala que las oscilaciones climáticas no son un factor significativo en la modificación de la duración del día, aunque los expertos subrayan la necesidad de perfeccionar los modelos actuales de dinámica terrestre. Según el informe, "existe una amplia motivación para mejorar los modelos disponibles del núcleo de la Tierra, con implicaciones considerables para la geodinámica interna y externa".
A pesar de que el cambio es prácticamente imperceptible a corto plazo, su acumulación podría generar un día completo menos en un año. Este ajuste tendría repercusiones en diversos aspectos de la vida cotidiana, desde contratos laborales hasta sistemas de medición del tiempo, lo que requeriría una adaptación global.
Además, los especialistas mencionaron que el cambio climático podría influir indirectamente en la duración del día. La aceleración del derretimiento de glaciares y casquetes polares, causada por las actividades humanas, podría liberar agua atrapada, alterando ligeramente la distribución de masa terrestre y, por ende, el giro planetario.