Agravaron las acusaciones contra Cacho Garay y podría volver a la cárcel
La situación legal de Juan "Cacho" Garay se complica cada vez más, y existe la posibilidad de que regrese a la cárcel en los próximos días. La fiscal a cargo del caso, Mónica Fernández Poblet, ha agravado las acusaciones en su contra y ha solicitado revocar el beneficio que le permite cumplir arresto domiciliario, ya que las acusaciones no son excarcelables.
"A nadie le importa la víctima": el fuerte relató de Verónica Macías, la ex pareja de Cacho Garay
El humorista fue denunciado por una serie de casos de violencia de género por su ex pareja, Verónica Macías, pero ha estado cumpliendo su detención lejos de la cárcel debido a la decisión del primer fiscal a cargo, Daniel Carniello. Sin embargo, luego de ser apartado por solicitud de la querella, la nueva fiscal ha presentado una teoría del caso diferente, lo que ha puesto a Garay en una situación complicada.
Violencia de género: Cacho Garay está en una situación muy complicada frente a la justicia.
Debido a las modificaciones en la acusación, que se basan en nuevas pruebas incorporadas y analizadas en los últimos días, la fiscal ha solicitado formalmente una audiencia para que un juez de primera instancia decida el futuro de Garay en el proceso. Se espera que esta reunión entre las partes se lleve a cabo la próxima semana, entre miércoles y viernes.
Entre los argumentos presentados, Fernández Poblet ha expresado su preocupación de que si Garay continúa bajo arresto domiciliario con estas nuevas acusaciones, existe un riesgo de fuga y de entorpecimiento de la investigación.
El humorista podría ir a la cárcel en los próximos días.
Según la información obtenida por El Sol, los hechos han sido calificados como "amenazas simples, amenazas agravadas por el uso de armas, coacciones simples, coacciones agravadas por el uso de armas, robo simple, tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil (dos casos), abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de casos, abuso sexual doblemente agravado por ser con acceso carnal y por ser cometido por dos personas y con el uso de armas en un número indeterminado de casos, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometida contra una persona a la que se debe respeto particular en un número indeterminado de casos, y desobediencia a una orden judicial, todos ellos en concurso real y en el contexto de violencia de género".
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El caso se inició en abril cuando Verónica Macías se presentó ante la justicia y lo denunció por amenazas con armas de fuego. Con el transcurso del tiempo, la denunciante amplió la acusación mediante diferentes presentaciones, brindando detalles sobre las fiestas sexuales organizadas por Garay a las que era obligada a asistir junto con otras personas, incluyendo a una mujer que trabajaba en la Legislatura y a otras del mundo del espectáculo, según consta en el expediente.
Según los relatos de la denunciante en el caso, estos encuentros sexuales eran filmados y en ocasiones se le obligaba a tomar ansiolíticos, además de ser amenazada con una escopeta para mantener los hechos en secreto. Debido a esto, denunció haber sufrido abuso sexual, entre otros abusos.
