Creen que el brutal choque en el Teatro Plaza de Godoy Cruz se produjo por un error humano
En las próximas horas se definirá qué pasará con Eduardo Aldo Díaz, el hombre de 62 años que manejaba el VW Virtus y que atropelló a 23 personas en el Teatro Plaza de Godoy Cruz.
Cuando todo parecía darse con total normalidad y la gente esperaba por Soledad Silveyra y Verónica Llinás, las artistas de Dos locas de remate, la tranquilidad se interrumpió por una escena de terror: un auto embistió a un grupo de personas con muchísima violencia y dejó tres heridos graves.
El fiscal de la causa, Jorge Calle, tiene hasta este martes a última hora para determinar la imputación de Eduardo Aldo Díaz, aunque podría pedir una prórroga de 24 horas más.
El delicado estado de salud de Gabriela Rodríguez (27) podría agravar su situación. La joven es la única que continúa internada en terapia intensiva del Hospital Central a raíz de una hemorragia interna en el cráneo. Es la víctima más complicada de salud de las 23 heridas.
Lo cierto es las primeras informaciones del peritaje arrojaron que no hubo un error o falla mecánica, sino que se trató de una responsabilidad humana. Díaz, alojado en la comisaría 7 de Godoy Cruz, sería imputado por lesiones gravísimas.
Díaz "tiene problemas motrices en sus piernas y estamos investigando. Está descartado que el accidente haya ocurrido por un exceso de alcohol", indicó el fiscal.
En diálogo con Canal 7, Calle explicó que al poner reversa en un auto con caja automática "el auto no se mueve solo. Hay que pisar el acelerador". Eso, puntualmente, fue lo que hizo Díaz, quien cuenta con una capacidad muy limitada en sus piernas. También está confirmado que el Virtus no estaba adaptado por dentro.
Otra de las situaciones que está en análisis es el estado de su licencia, lo cual no agravaría la imputación (esto ocurriría solo si el desenlace de la víctima internada es el peor), pero sí la responsabilidad civil y la capacidad de respuesta del seguro del vehículo.