Conmoción en el Valle de Uco tras la muerte de un reconocido médico
El Valle de Uco está conmocionado tras la muerte de Oscar Bustos, un reconocido médico de la región, quien falleció el sábado 31 de octubre y recibió una emotiva despedida.
Cientos de personas se dieron cita este domingo por la tarde noche en el oratorio del Hospital General Las Heras de Tupungato, donde desempeñó sus últimas funciones como profesional de la salud. Hubo velas en manos de los asistentes y muchas lágrimas en despedida que se extendió hasta los últimos minutos del domingo.
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Según informó El Cuco Digital, Bustos se contagió de coronavirus meses atrás, pero atravesó la enfermedad sin mayores complicaciones.
Todo se complicó el lunes 26 de octubre, día en el cual debió ser internado en un nosocomio del Gran Mendoza tras presentar gripe y tener una saturación baja de oxígeno en sangre. Días más tarde, el sábado 31, falleció.
Amigos, familiares, pacientes y conocidos lo despidieron también en redes sociales, donde al unísono todos los mensajes coincidieron en el gran profesional y la gran persona que había sido a lo largo de su vida.
La emotiva carta que publicó la familia en las redes sociales
Oscar, Oscarcito, Osqui, Viejo, que podemos decir que todo el mundo no sepa o ya haya dicho, como empezar estas palabras sin que el corazón no se oprima, con esas ganas inmensas de creer que esto no es verdad, como no estar enojados, tristes, consternados si se nos fue la persona que nunca nos decía que no, que siempre estaba ahí predispuesto a ayudar cuando lo necesitábamos, siempre con una sonrisa sincera, el ultimo en irse a pesar de ser el primero en llegar, con una sabiduría innata que los años perfeccionaron.
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Fuiste para muchos de nosotros un beso, un abrazo, un oído, una palabra, un consejo, un cómplice, un compañero, un amigo, un padre, un esposo y sobre todo un medico dedicado a su trabajo y a su pueblo, nunca pidiendo nada a cambio. Nos enseñaste que siempre es buen momento para comenzar de nuevo, que no hay que darse por vencido, que siempre hay algo para aprender, para cambiar y para hacer. En realidad, fuiste tan grande que nos falta tinta, papel y tiempo.
Por eso a su familia, amigos, compañeros, pacientes y conocidos les digo:
podemos llorar porque se ha ido o reír por las cosas vividas con el....
Podemos cerrar los ojos y rezar para que vuelva o abrirlos y ver todo lo que nos ha dejado....
Sus corazones pueden estar vacíos porque no lo pueden ver o pueden estar llenos del amor que nos compartió....
Pensemos cada uno de nosotros como el hubiera querido que lo recordáramos en cada momento que compartimos con el...
seguir adelante nos queda, con el desde arriba guiando cada paso, cuidándonos y esperando que seamos felices cada uno a su manera.
Simplemente gracias, gracias, gracias por habernos permitido ser parte de tu vida....
Te queremos fuerte y para siempre....