Es mendocina, vive en Israel, y contó la experiencia del conflicto con Hamás: "Es muy acelerante"
Empezaba el 2023 y también una nueva aventura para la mendocina Ana Gelblung: una experiencia única de recorrer Israel junto a personas de diferentes nacionalidades dentro de un plan de viaje, con el fin de dar ayuda comunitaria y aprender de una cultura distinta.
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Emprendió viaje y llegó a su nuevo destino, llena de ilusiones y expectativas, pero lo que se encontró allá fue un panorama muy diferente al imaginado. Luego de nueve meses de conocer distintos puntos de Israel, una alarma en su teléfono lo cambió todo, esa que avisaba que estaban cayendo misiles desde la Franja de Gaza.
Desde Jerusalén, Ana, quien es sobrina del conocido periodista Chiche Gelblung, habló con Voxpopuli y contó cómo es su experiencia en el país asiático y la forma en que vivió -y vive- los ataques del grupo terrorista de Hamás, que se encuentra en un conflicto histórico con Israel.
"El sábado de los ataques, por la mañana, estaba en Ramat Hasharon, una ciudad de Tel Aviv en la casa de una familia amiga, junto a otras dos mendocinas. Estaba durmiendo y empiezo a escuchar algo entre sueños como una alarma, pero no era el despertador. En realidad era la app que te alertaba por los misiles", contó Ana a este medio.
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Además, aseguró que cuando vio las alertas, automáticamente se fijó en los mensajes que tenía en su celular y se dio cuenta de que el director de su plan había mandado un mensaje: estaban tirando misiles desde Gaza.
"Somos 27 en el grupo y en ese momento estábamos distribuidos por todo el país", reveló Ana, quien afirmó que, por ese motivo, debían reunir a todos en un mismo sitio, y el gran elegido para ello fue la capital: Jerusalén. "Tipo cinco de la tarde nos avisan que iba a salir un colectivo de Tel Aviv a Jerusalén, así que decidimos tomarnos un taxi en medio de la guerra para llegar a Tel Aviv y tomar el colectivo", declaró la mendocina.
El tiempo parecía limitarse cada vez más y los minutos para llegar al colectivo que las llevaría hasta una zona segura aparentaban ser eternos, principalmente, cuando llegó el momento de salir, nuevamente se sintió el sonido del peligro. "El micro salía a las 8, y quince minutos antes comenzaron a sonar las alarmas indicando que estaban atacando, por lo que nos metimos al refugio", contó a Voxpopuli, en medio de su travesía inesperada.
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"Nos metimos unas cuatro veces durante una hora y el micro no salió a horario. Parecía que dormíamos en Tel Aviv pero eventualmente no. El director nos dijo que nos íbamos en el medio de la noche. El micro salió rapidísimo. Fue una situación muy acelerante. Llegamos el sábado en la noche a Jerusalén, solo 10 de los 27", agregó.
Finalmente, el resto de los chicos llegaron entre el domingo 8 de octubre y el lunes 9. Ya para el martes, con los 27 integrantes del programa, Ana escuchó nuevamente la sirena y entró al refugio de Jerusalén por primera vez.
"Ese mismo domingo se suponía que empezáramos con clases, pero no sucedió. Hay mucha incertidumbre. Te enteras de repente de conocidos que desaparecen o fallecen, es muy fuerte", manifestó.
Sin embargo, resaltó que existe un fuerte nivel de censura dentro del país, por lo que nadie -ni israelitas ni turistas- sabe, a ciencia cierta, la gravedad de lo que está sucediendo con el grupo palestino Hamás: "Hay mucha censura por parte del ejército y del Gobierno. Nosotros estamos en burbuja que no nos terminamos de enterar lo que pasa, pero se vive tranquilo. Tengo familias que no pueden hacer vida con normalidad porque cada cuatro minutos tienen que entrar en el refugio".
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En tanto, aseguró que ni ella ni sus compañeros se quieren ir aún de Israel, pero que a su vez, la incertidumbre de perder una oportunidad para volver a sus tierras cala en sus pensamientos.
"Nosotros no nos queremos ir hasta que nos lo digan desde el plan, pero nos mueve la espina del miedo y no poder volver, como así también el miedo de volverme y que todo esto pase y no poder retomar mi plan. Tengo amigos que se están yendo a Europa para ver si se pasa todo y vuelven o si no volver a Argentina", aseveró.
Finalmente, y a más de una semana del inicio del ataque, Ana manifestó que intenta hacer "vida normal": ir al cine, salir a pasear, estudiar, pese al contexto de guerra, ya que de otro modo "es muy pesado". Eso sí, no se olvida de los suyos al otro lado del charco: "Con mi familia hablo todo el tiempo. Hago muchas videollamadas, las que sean necesarias para que yo esté bien y ellos también", culminó.