La madre de la niña abusada por el celador de Murialdo rompió el silencio y escribió una carta

Este viernes el tribunal que le impuso la pena de 6 años al celador del Colegio Murialdo, Alejandro Salas Romero, acusado de haber abusado de una niña de cuatro años en las instalaciones de la institución educativa, dio a conocer los fundamentos del fallo.

Al respecto los abogados querellantes, Pablo david y Gastón Andino, contaron a Vox Populi que la justificación de los magistrados se centró principalmente en los testimonios que ofreció la víctima en Cámara Gesell y una pericia que constó de tres entrevistas.

Tal es así, que dichos fundamentos lo expresan textualmente: "No hay elementos probatorios que refuten el testimonio de la menor ni que desvirtúen o cuestionen las conclusiones a las que arribaran los profesionales que la entrevistaron respecto a la credibilidad de lo expuesto por la misma".

El abogado agregó que, en esas instancias testimoniales, la niña brindó los detalles específicos de lo que le había pasado, identificó claramente quien había sido el responsable y dónde ocurrió el abuso. Además, la defensa destacó que otra de las pruebas fundamentales fue la pericia realizada por la División de Investigación de Delitos contra la Integridad Sexual donde uno de los perros detectó el olor de la niña en el Locker (casillero) que utilizaba el celador.

Respecto a la justificación del fallo del tribunal, Pablo David dijo que, si bien resultó favorable para la víctima, lo cierto es que 6 años de condena es la pena mínima aplicable para un caso de abuso, mientras que la defensa había pedido 10 años de prisión y 8 la fiscal.

A partir de ahora los abogados de la familia de la niña esperan que la sentencia quede firme mientras que la defensa de Salas Romero ya había adelantado que apelaría el caso ante la  Suprema Corte de Justicia de Mendoza.

A continuación la emotiva carta de agradecimiento escrita por la madre de la niña como también su primera manifestación pública desde que se inició la causa judicial. Para ella significó una terrible experiencia marcada por el total desinterés de las autoridades del Colegio Leonardo Murialdo. 

A LA SOCIEDAD TODA

Con el mayor de los respetos y humildemente, quiero aportar un granito de arena, para que esto no vuelva a suceder.

Ante los llamados de los medios de comunicación, solo quiero dirigirme, para crear conciencia, que estos hechos pueden ocurrir en los lugares menos pensados y ser cometidos por las personas, que uno menos se imagina.

Lo más importante, es aprender a escuchar a los más chiquitos y que tengamos un diálogo fluido con nuestros hijos.

Que ellos, sientan la seguridad que en nosotros van a encontrar alguien, en quien pueden confiar. Que puedan contarnos aquellas cosas y situaciones, por las que pasan a diario, cuando no están a nuestro lado.

Desde un primer momento, no tuve ningún tipo de contención por parte del establecimiento educativo, ni de su personal docente. Al contrario, a lo largo de todo este proceso que afrontamos, mi familia y yo, tuvimos que soportar todo tipo de agravios. Esto es así, hasta el día de la fecha.

Es por eso que quiero destacar el trabajo y agradecer a las personas que participaron en la investigación. Ya que fueron ellos, con su actuar profesional, que indirectamente me hicieron sentir que había alguien en quien podía confiar, a pesar de todo.

Es por esto, que siempre tuve el deseo de que se supiera la verdad, y fue eso, que me dio las fuerzas para seguir adelante.

Con esto me despido y me tomo el atrevimiento de decirles que escuchemos a nuestros hijos. Muchas gracias. Se hizo Justicia.