Las tres contradicciones que dejaron en libertad a los rugbiers franceses
Tras la liberación de los rugbiers franceses Oscar Jégou (21) y Hugo Auradou (21), acusados de abuso sexual y agresión, la investigación de la Fiscalía reveló inconsistencias en la denuncia de la víctima, una mujer de 39 años. Las pruebas recopiladas debilitaron la versión inicial de los hechos ocurridos el 7 de julio en un hotel de Capital, Mendoza.
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Los fiscales evaluaron el caso considerando tres momentos clave: la estancia en el boliche Wabi, el ingreso de la mujer y Auradou al hotel Diplomatic, y los audios posteriores de la denunciante.
Además, audios de WhatsApp enviados por la denunciante a una amiga, donde relataba lo sucedido, se convirtieron en pruebas cruciales.
Los peritos forenses sugirieron que las lesiones en el cuerpo de la mujer no eran resultado de golpes, sino de agarres. La denunciante había mencionado que entró en la habitación del jugador con la intención de tomar unos tragos. Aunque las pruebas llevaron a la liberación de los rugbiers, estos no podrán salir del país mientras avanza la causa por abuso sexual agravado.
El incidente se remonta a la madrugada del 7 de julio, cuando la mujer denunció haber sido agredida sexualmente y golpeada por los rugbiers en el hotel después de un encuentro en un boliche de Maipú.
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Las cámaras del hotel captaron los movimientos de los involucrados, lo que corroboró parte del relato de la denunciante.
Los jugadores, que niegan las acusaciones y sostienen que la relación fue consensuada, enfrentan cargos por abuso sexual agravado, un delito que conlleva penas de 8 a 20 años de prisión efectiva.
