"Perdón por no insistir", el desgarrador mensaje de una amiga de Sonia, la nueva víctima de femicidio en Mendoza
Sonia Garberoglio fue asesinada en las últimas horas del lunes 26 de diciembre en Maipú y su pareja, Juan Carlos Romero, quedó detenido, imputado y es el único sospechoso de ser el autor del femicidio.
Los mensajes de dolor en las redes sociales se multiplicaron durante la madrugada y la mañana de este martes pero el relato de Irina Naveda, amiga de Sonia, nueva víctima de un femicidio en Mendoza, es desgarrador.
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A lo largo de sus palabras, la amiga de Sonia asegura que sabía las situaciones de violencia de género que vivía y al final del relato le pide "perdón por no insistir" para ayudarla a salir del calvario que atravesaba. Sonia e Irina se conocieron trabajando en un Átomo en 2011.
Irina relató que en el año 2011 Sonia Garberoglio llegó a la sucursal donde trabajaba y que el encargado del local le comentó que "viene de la sucursal Carrodilla". "Su mamá es amiga de la dueña, y viene acá porque su marido se ve que es muy celoso y allá fue a hacerle lío al vigilador. Y se agarraron a pelear, algo así", contó.
Irina comentó que, con el correr de los días y por la forma de ser de Sonia, a quien describió como una persona "extremadamente buena y dulce", comenzó a acercarse a ella y formaron una amistad.
"A los días entró un hombre muy bien vestido y mirando todo. Solo daba vueltas y miraba a mi compañero que me había contado lo que había pasado en la otra sucursal. Se acerca a la mesa de entradas, me extiende la mano y me dice 'soy el marido de Sonia Garberoglio'. A la tarde Sonia vino a pedirme disculpas por lo que había hecho su marido y me dijo que 'era un poco celoso'", relató.
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"Esa frase no salió nunca de mi cabeza", confesó Irina.
"Otra mañana se acercó una mujer y me pregunta si yo era Irina. Le dije que sí y me obliga a mirarla. Me dice 'cuidá mucho a mi hija, por favor, ayudame. Ese infeliz con el que está casada le pega, es un hijo de puta y ya no sé cómo hacer'. Su dolor de madre me confirmó mis sospechas", continúa el relato.
Irina reconoció que más de una vez charló las situaciones de violencia de género que vivía Sonia con ella: "Le hablé, juro que muchas veces le hablé y me explicó muchas cosas que por respeto a sus hijos no voy a decir".
Naveda explicó que si bien fueron cambiando de sucursal con los años, la amistad nunca se perdió y cada tanto ella volvió a preguntarle si seguía en pareja con "el tipo ese". "Él está más tranquilo, está cambiando", le aseguró una vez Sonia.
"Hoy me despierto con los mensajes de mis amigos y veo la nota que me enviaba. El diario hablaba de un farmacéutico que había acabado con la vida de su esposa. Su esposa que vivió literalmente presa de ese infeliz era mí amiga Sonia", agregó.
"Ese tipo la violentó toda su vida, se encargó de hacer de sus días un infierno y tapar todo", denunció Irina.
"Amiga no te merecías nada de esto. Perdón por no insistir. Ahora descansa, inténtalo ahora, que acá vamos a hacer hasta lo imposible para que no vuelva a tapar todo con plata, nunca más. Te abrazo al infinito", se despidió.