Argentina está a un paso de entrar al Top 5 de los países con mayor inflación
Los insoportables aumentos de precios que se vienen dando en los últimos tiempos, podrían llevar a que Argentina se ubique entre los cinco países del mundo con mayor inflación. Un logro que sin dudas nadie quiere festejar.
Según el último relevamiento de expectativas que efectuó el Fondo Monetario Internacional (FMI), actualmente la Argentina estaría en el sexto lugar del ranking, aunque viene haciendo méritos para mejorar esa performance.
Aumentaron el pan, las facturas y las tortitas y estos son los nuevos precios
El trabajo del Fondo hoy posiciona a Venezuela muy cómodo en el tope del podio, ya que podría llegar a una inflación interanual del 500%. Sudán sería la segunda economía más complicada, con una tasa superior al 245%. El último lugar del podio lo ocuparía Zimbaue, con un 86,7%.
A partir de allí es donde podría competir fuerte nuestro país. El FMI todavía mantiene el cálculo que sostiene que los precios en el mercado local escalarían un 51,7% a lo largo de 2022, pero esta cifra es muy inferior a las previsiones de consultores privados.
Estas grandes diferencias se reflejan, por ejemplo, cuando se compara la cifra del Fondo con las del último relevamiento realizado Latinfocus, que contempla las mediciones de bancos y consultoras.
Es de ahí donde surge que el promedio de las expectativas está en torno del 63,2%, aunque si se tiene en cuenta el punto más alto llega hasta el 82,5%.
La media del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, inclusive, da por encima de la de Latinfocus, y roza el 65,7%, 6,2 puntos porcentuales más que la cifra que analizaban en abril.
Siempre tomando como parámetro los cálculos del Fondo Monetario, este año Turquía (60,5%) y Yemen (59,7%) superarán a la Argentina en las estimaciones anuales. Con sólo cumplir las expectativas medias que actualmente tiene el mercado, la Argentina se quedaría con el cuarto lugar del ránking.
En otros países la inflación también se percibe, aunque con cifras menores argentinas. A Rusia, por ejemplo, la determinación de invadir Ucrania llevó a que su índice inflacionario se posicionaría en 21,3% este año. En Estados Unidos, los precios podrían incrementar un promedio de 7,7% este año, casi el doble de lo oficializado el año pasado y seis veces más que en 2020. A su vez, Japón y China tendrían dos de las menores tasas de inflación en 2022, con tan sólo 1% y 2,1%, respectivamente.
Esto evidencia que, más allá de las problemáticas particulares de la Argentina, la inflación es un mal que actualmente pega fuertemente en la economía mundial, con efectos que no se habían dado en otros momentos.
El Fondo Monetario Internacional prevé que, a nivel global, la tasa de inflación promediará este año 7,4%, aunque dentro de este contexto las economías emergentes y en desarrollo serán las más perjudicadas por esta suba generalizada de precios, ya que se espera que arrojen un 8,7% de inflación para este grupo de países.
En las economías más avanzadas, este porcentaje llegaría al 5,7%, una cifra mucho más elevada que la registrada en los tres años anteriores a la pandemia, cuando no pasaba el 2%. Todo esto va de la mano de factores como el gran crecimiento de la demanda en 2021, año en el que también se vio limitado el suministro de productos por las restricciones y la escasez de trabajadores.
A esto se le debe sumar el embate de Rusia sobre Ucrania, que contrajo aún más la disponibilidad de materias primas y causó un aumento de los precios de los alimentos y la energía.
Dentro de la Argentina, hay factores muy particulares que son los que justamente llevarán a que se de el avance en el ranking mundial. Los alimentos son desde hace tiempo uno de los principales impulsores de la inflación, y todo indica que así continuará la tendencia.
De acuerdo a la información que maneja la consultora EcoGo, en la segunda semana de mayo la inflación de los alimentos pegó nuevamente un salto, y se dio una suba promedio de 2%, por encima del 1,2% de la primera semana de este mes y la más alta en las últimas seis semanas.
Esto hizo también que en abril el costo de la canasta básica creciera nuevamente. En el caso de la Canasta Básica Total (que mide la línea de pobreza) el aumento fue de 6,2%, lo que obliga a una familia tipo a reunir ingresos por $ 95.260,37 para no caer bajo esa línea, según el último informe del Indec.
El costo de la Canasta Básica Alimentaria (que determina la línea de indigencia) subió 6,7%, y empujó la necesidad de salarios conjuntos para una familia tipo hasta los $ 42.526,96.