De no creer: atrapan a violador cuando denunció que se le habían "escapado" las víctimas
El insólito hecho ocurrió en la localidad bonaerense de Villa Centenario. Allí, un hombre de 55 años, fue detenido por la policía, quienes lo buscaban por estar acusado de obligar a su concubina a tener sexo y porque además violaba a una de las hijas de la mujer, de 13 años.
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Lo cierto es que el estremecedor episodio se descubrió cuando el imputado radicó una denuncia ante las autoridades para localizar a las víctimas, quiénes días atrás, habían abandonado la vivienda familiar con la intención de evitar que el sujeto continuara con los ultrajes.
Los voceros del departamento judicial de Lomas de Zamora revelaron a cronica.com.ar que el individuo, de 55 años, fue apresado luego de ser interceptado en avenida General Juan Facundo Quiroga al 1300, casi en el cruce con Ignacio Corsini, en la zona de Villa Albertina, en el citado distrito.
Trascendió que el expediente se inició cuando el hombre se apersonó ante los funcionarios de la Justicia y radicó una denuncia por "Averiguación de paradero", debido a que su pareja había abandonado el domicilio familiar, en compañía de sus hijos (dos nenas de 13 y de 9 años, y un varoncito, de 5).
Este menor es hijo de la relación sentimental que mantuvieron el individuo y su concubina, la cual se extendió durante 9 años.
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Por este motivo, los pesquisas comenzaron de inmediato a investigar la situación y entonces la madre de la mujer buscada, al ofrecer testimonio en el sumario, les señaló a los funcionarios que su hija había decidido abandonar la casa junto a los tres chicos porque deseaba hallarse más segura, debido a que el sujeto la obligaba a ella a mantener relaciones sexuales y además violaba a la mayor de las criaturas.
Con respecto a esta última víctima, la chica le había confesado a su progenitora que, desde 2016, su padrastro la sometía sexualmente todas las mañanas en la casa en la que residían y que siempre le tapaba la boca para que no gritara.
A su vez, la testigo agregó que su hija, de 30 años, y sus tres nietos estaban escondidos en un hogar de tránsito situado en la localidad de Villa Fiorito, en el sur del Gran Buenos Aires.