El calvario de una familia robada y torturada por delincuentes armados: "Ya está, te entregaron"
Florencia, una enfermera de la ciudad de La Plata, se volcó a sus redes sociales para contar la pesadilla que le tocó vivir durante la madrugada del pasado martes.
Mientras descansaba junto a su familia, se vio sorprendida por tres hombres armados.
Eran cerca de las 2 de la mañana, cuando los ladrones violentaron una reja de la vivienda con un criquet y se metieron en la vivienda.
"Estábamos durmiendo. Imaginen despertar con un arma en la cabeza y tres tipos diciéndote ?tranqui, ya está, te entregaron", arrancó diciendo.
Y contó que en pocos segundos, ella y su marido se encontraron atados de pies y manos con precintos.
Un hombre fue asesinado a puñaladas en Ciudad: quedó todo grabado y hay dos detenidos
"Entre el terror que sentía por las armas y la impotencia de no poder ni siquiera entender, lo único que escuchaba era ?¿dónde está la guita y el oro?", continuó con su relato.
Y agregó: "Me preguntaron si había alguien más en la casa y antes de responder temí por la vida de mi hijo, que dormía en su pieza. Les rogué con llantos que por favor no le hagan nada. Lo trajeron a punta de pistola y lo ataron de pies y manos".
Luego, a través de un hilo en Twitter en el que dio lujos y detalles de la terrible situación que le tocó vivir, indicó que junto a su pareja entregaron los ahorros que tenían. "Se llevaron todo lo que pudieron: plata, ropa, las alianzas, relojes, perfumes, computadoras y celulares", siguió.
En cuanto a los teléfonos, dijo que, a punta de pistola, los obligaron a desbloquearlos y a cambiar las claves para que no puedan ser detectados.
En otro de sus mensajes, Florencia recordó que la situación se puso más tensa cuando los ladrones encontraron las armas que tenían en placard: "Supusieron que mi esposo era policía (como si solo los policías tuvieran armas) y empezaron las torturas".
Dos mujeres fueron víctimas de violentos hechos en Luján y Godoy Cruz
"Torturas psicológicas permanentes hacia los tres. Literalmente sentí en el cuerpo que nos iban a matar. Que mi hijo iba a ver como fusilaban a sus padres. Llegó un llamadito y se fueron. Estuvieron dos horas dentro de la casa, nadie vio nada", expresó.
"Lloro de bronca y no es lo material, aunque en mi celular estaba prácticamente todo mi laburo. Las alianzas que eran el símbolo de mi matrimonio de 20 años. Lloro porque me robaron la seguridad escasa que tenía de sentirme protegida, a pesar de las rejas las luces y las mil llave", completó.