El duro relato del fotógrafo que tomó las imágenes de Pablo Grillo: "Todo pasó en un minuto"

Un reportero gráfico de la Agencia Noticias Argentinas fue testigo de la secuencia y tomó impactantes fotografías.

El pasado miércoles, precisamente a las 17.18, el fotógrafo Pablo Grillo de 35 años recibió un impacto de cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que le provocó daños severos y cayo desvanecido al suelo.

Las imágenes del impactante resultado de cómo quedó lesionado por un proyectil fueron tomadas sobre el pavimento de la calle Hipólito Yrigoyen, a metros de Solís, frente al Congreso de la Nación mientras se enfrentaban barrabravas con Fuerzas de Seguridad.

Un grupo de gendarmes había disparado la cápsula desde unos 50 metros. Segundos antes, sobre la calle, una estructura de madera se estaba incendiando y, con el Congreso de fondo, Grillo buscó captar una fotografía con su cámara.

Enfrente, sobre Rivadavia, estaba el reportero gráfico de la Agencia Noticias Argentinas Juan Foglia, quien tomaba imágenes de la represión y los enfrentamientos en medio de la protesta de jubilados.

Momentos antes del disparo, Foglia comenzó a acercarse a Hipólito Yrigoyen y observó -y registró con su cámara- toda la situación: "Todo pasó en un minuto".

"Yo estaba en Rivadavia, crucé la plaza y antes de llegar a la calle empecé a hacer tomas. Justamente, sin saberlo, las primeras son de Grillo. Yo no lo conocía. Había otros dos manifestantes que se estaban cubriendo con una madrera. Después me puse a hacer unas fotos más, porque a unos 80 metros estaba la línea de fuego de la Policía", relató sobre los instantes previos.

Luego, siguiendo el relato que hizo a la Agencia Noticias Argentinas, el fotógrafo continuó: "Él primero se guarece con una madera, después se adelanta para hacer esa foto y ahí cae. Inmediatamente que cae, saco unas fotos de la situación. Ahí me di cuenta, dentro del quilombo que era, que era algo grave porque estaba totalmente inmovilizado".

"Ahí empecé a tomar fotos de los manifestantes que lo empezaron a asistir, que fueron tres o cuatro chicos que lo cubren. Yo pensé que lo habían traído para atrás, pero con el paso de los días me di cuenta de que yo fui para adelante. Fui a ver qué pasaba", continuó.

"Todo pasó en un minuto desde que lo voltea el cartucho hasta que lo asisten, lo corren unos metros y yo ahí empiezo a tomar fotos", aseguró el reportero gráfico, de amplia trayectoria y decenas de coberturas de marchas y movilizaciones.

Cuando tuvo tiempo para revisar su tarjeta de memoria, observó que todo había sucedido a gran velocidad.

"Los mismos manifestantes no se habían dado cuenta de la lesión del chico. Lo apuestan sobre el pavimento y ahí vimos cómo tenía la frente. Todo eso transcurrió en un minuto, eran 17:19. Cuando veo la cámara, que tiene fecha y hora, digo 'la cámara se trabó, no puede ser', pero no, efectivamente, todo pasó en un minuto", indicó.

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