El Gobierno de Milei definió las protestas afuera del Congreso como un intento de "golpe de Estado"

El Gobierno, a través de la cuenta oficial de la Oficina del Presidente Javier Milei en la red social X, felicitó este miércoles a las fuerzas de seguridad por el operativo montado en las inmediaciones del Congreso de la Nación. 

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La publicación afirmó que los manifestantes intentaron "perpetrar un golpe de Estado". "La Oficina del Presidente felicita a las Fuerzas de Seguridad por su excelente accionar reprimiendo a los grupos terroristas que con palos, piedras e incluso granadas, intentaron perpetrar un golpe de Estado, atentando contra el normal funcionamiento del Congreso de la Nación Argentina", expresa el mensaje oficial.

Durante la tarde, la violencia en las calles fue incesante. Los manifestantes enfrentaron a las fuerzas de seguridad con piedras, bombas molotov y granadas, causando destrozos e incendiando vehículos. A las 20 horas, se reportaron 27 detenidos, de los cuales 18 fueron arrestados por la Policía de la Ciudad y 9 por la Policía Federal Argentina.

Desde temprano, diversas organizaciones sociales, piqueteras, de izquierda, peronistas, de derechos humanos, asambleas barriales y sindicatos se concentraron en la Plaza de los Dos Congresos. Los primeros incidentes comenzaron cerca de las 14 horas y alcanzaron su punto álgido minutos antes de las 18, cuando un grupo de manifestantes provocó serios destrozos y respondió violentamente a la policía, incendiando autos y bicicletas.

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El objetivo de estos ataques, según el Gobierno, era interrumpir la sesión en el Congreso, donde el oficialismo esperaba aprobar la Ley Bases. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, publicó en sus redes sociales: "Fuimos a proteger el Congreso y nos respondieron con piedras e incendios. Nosotros respondimos de manera inmediata. Ahora pagarán uno por uno los daños causados y el auto quemado de Cadena 3, con una causa que no será leve. Porque con nosotros, el que las hace, las paga".

Los enfrentamientos más intensos ocurrieron frente al histórico edificio del Congreso, en la Plaza de los Dos Congresos. Cinco efectivos, entre ellos dos policías y tres gendarmes, resultaron heridos y fueron trasladados al hospital Churruca. Al menos dos automóviles fueron incendiados y varios más vandalizados. La policía disparó balas de goma y gas pimienta y utilizó camiones hidrantes para dispersar a los activistas que atacaban el vallado.

Las esquinas de Callao y Rivadavia, y Entre Ríos e Yrigoyen, se convirtieron en un verdadero campo de batalla. Durante más de tres horas, la violencia fluctuó en intensidad. Cada vez que la situación parecía controlada, nuevos atacantes surgían desde distintas arterias, reavivando los enfrentamientos. Los grupos dispersados regresaban por diferentes accesos al edificio del Congreso, pese a los esfuerzos de las fuerzas de seguridad con escudos, gases, balas de goma y camiones hidrantes.

La Policía Federal, Gendarmería Nacional, PSA y 600 efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires sostuvieron el operativo, mientras decenas de militantes de partidos de izquierda arrojaban piedras, palos, botellas y bombas molotov. La Policía de la Ciudad informó sobre la detención de un hombre de 41 años que portaba una granada de Fabricaciones Militares.