El gobierno se mostró decepcionado por el "no" de bonistas a su propuesta
A menos de tres días del cierre de la oferta, el Gobierno aseguró hoy estar "decepcionado" por el rechazo de tres grupos de bonistas a la oferta de reestructuración de deuda que hizo la Argentina y les solicitó a los acreedores a "presentar una propuesta específica", aunque aclaró que el país "no puede pagar más".
Sin embargo, desde el Ministerio de Economía aseguraron que "mucho puede cambiar en el transcurso de una semana", dejando abierta la posibilidad de seguir negociando la propuesta.
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"Tenemos la esperanza de que nuestros acreedores reconozcan que, especialmente a raíz de la crisis del COVID-19, Argentina no puede pagar más", sostuvo la declaración oficial de la cartera a cargo de Martín Guzmán en un comunicado.
¿Qué dicen los bonistas?
Son un grupo que tiene un 15% de los títulos que se buscan canjear. Y los reparos que expusieron son de todo tipo: la mayoría son económicos, porque creen que resignan mucho dinero; y legales, porque entienden que los nuevos bonos tienen menos protección legal para sus tenedores.
Y hasta consideran que Argentina ni siquiera hizo la oferta que le sugirió el FMI (una propuesta que el ministro Martín Guzmán presenta como una justificación de su accionar), porque proyecta un crecimiento para la economía argentina muy bajo, que dejaría al país, en términos de PBI per capital, más cerca de Paraguay que de Brasil.
En definitiva, argumentaron que la Argentina podría ofrecer una oferta mejor, incluso tomando como referencia los parámetros de sustentabilidad que esbozó el staff del FMI.
Lo que dice el gobierno
El Gobierno salió así al cruce de los inversores enrolados en el Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos, el Comité de Acreedores de la Argentina y el Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos de Cambio de la Argentina, que anunciaron su rechazo a la oferta.
Pese a ello, en el comunicado, el Gobierno no cerró las puertas de la negociación y señaló estar "dispuesto a escuchar y tratar de encontrar un denominador común".
Aunque la declaración oficial advierte que "cualquier propuesta debe pasar primero la prueba del sentido común".