"Entrego el gobierno en paz": Fernández defendió su gestión y pidió que no haya ajuste
En su último discurso como presidente antes del traspaso de mando, Alberto Fernández brindó un mensaje a través de cadena nacional, destacando los 40 años de democracia y reflexionando sobre su gestión. El discurso, con duración de media hora, incluyó una mención a las dificultades enfrentadas durante su mandato, como la pandemia, la guerra de Rusia y Ucrania, y la sequía.
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Fernández hizo énfasis en la situación económica que dejará a su sucesor, Javier Milei, resaltando las exportaciones previstas y la necesidad de no implementar ajustes que detengan la producción y afecten el empleo y el consumo. También elogió a las empresas estatales y defendió las obras públicas, en contraste con la visión de Milei.
"Con semejante escenario no es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo que tanto nos ha costado recuperar. Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal, no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen", advirtió Fernández.
El mandatario defendió las obras públicas -que Javier Milei aseguró que dejarán de realizarse durante su gestión- y señaló: "Si el plan de viviendas que nosotros impulsamos continuara, el año entrante otras 50 mil familias estarían accediendo a una vivienda propia. Ahí está la trascendencia de un Estado presente. Si el Estado no lo hace no habrá nadie en el mercado que se preocupe de hacerlo".
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"Si de algo me reprocho es de no haber sido capaz de haber terminado con la grieta que nos separa y nos enfrenta. He aprendido que para cerrar la grieta no hace falta someter al otro, no se trata de ver quién impone su relato. Lo que hace falta es caminar junto al otro, aprender a profundizar los acuerdos y minimizar las diferencias", enfatizó el mandatario,
Además, el mandatario enumeró los logros y desaciertos cometidos en los últimos cuatro años e hizo algunas autocríticas, sobre todo con la problemática de la inflación.
"Sabemos que no alcanzamos los objetivos que nos propusimos en el fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza. Porque las circunstancias y el contexto no nos acompañaron y también porque deberíamos haberlo hecho mejor o diferente", dijo.
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En tanto, agregó: "Asumí el gobierno en diciembre del 2019 en una situación calamitosa, con altísimos índices de pobreza e inflación y una deuda que nos comprometía por generaciones. Soy plenamente consciente de que el voto popular de ese momento expresaba la esperanza de terminar de una vez y para siempre con esa herencia y que no logramos plenamente el cometido", admitió el jefe Estado.
Y sumó: "Siento satisfacción con todo lo hecho y construido, pero también siento pesar por no haber podido concretar todo lo que nos propusimos alcanzar. Lo que faltó hacer, lo que nos impidieron hacer, lo que no debimos hacer o lo que debimos haber hecho de otro modo. Sé que en todo tengo responsabilidad. Aun cuando fue singular el momento en que nos tocó gobernar y aun cuando el contexto argentino tornó todo más complejo, no estoy aquí para cargar culpas en otros".
Su mensaje concluyó con agradecimientos a su equipo político y una mención especial a Cristina y Néstor Kirchner. "Actuamos de buena fe y hemos trabajado honradamente. He dejado todo de mí en estos cuatro años de esfuerzo y solo me he llevado el enorme honor que me han concedido de presidir esta Patria que tanto amo".
"Como siempre nos marcaba Néstor, como siempre creyó Cristina, estoy convencido de que hacemos política para poder transformar la Patria. Mi reconocimiento también a ellos", cerró quien este domingo entregara el bastón y la banda presidencial.