Las asesinas de Lucio Dupuy comenzaron una huelga de hambre porque las separaron
Magdalena Espósito Valenti y su pareja, Abigaíl Páez, quienes fueron condenadas por el asesinato de Lucio Dupuy, fueron separadas del pabellón donde cumplían su condena después de que la familia de la víctima denunciara que disfrutaban de ciertos privilegios.
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La decisión del Juzgado de Ejecución Penal de separarlas se tomó en respuesta a un pedido formal presentado por la familia de Lucio.
Se alegó que ambas mujeres estaban alojadas en un "pabellón VIP", donde disfrutaban de comodidades como un televisor, equipo de música y actividades al aire libre y talleres.
El abuelo de Lucio, Ramón Dupuy, expresó su alivio por la separación de las detenidas, aunque manifestó que considera que deberían ser separadas incluso de la misma cárcel, para evitar cualquier tipo de encuentro entre ellas.
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Sin embargo, tanto Magdalena Espósito Valenti como Abigaíl Páez comenzaron una huelga de hambre en reclamo por la decisión y piden que las vuelvan a unir dentro de la misma celda que tenían anteriormente.
Ambas mujeres estaban cumpliendo su condena desde hace un año y ocho meses. Inicialmente fueron enviadas a un penal en La Pampa, pero posteriormente fueron trasladadas al complejo penitenciario Nº 1 de San Luis, donde cumplirán una condena de prisión perpetua.
El pabellón en el que se encontraban alojadas estaba destinado a mamás con hijos, pero las denuncias de la familia de Lucio indicaban que ambas mujeres gozaban de privilegios y comodidades que no eran comunes para otros reclusos, incluso aquellos que habían cometido delitos menores.