Otra vez cantaton contra Milei en una iglesia y el sacerdote tuvo que salir a aclarar la situación
En la Iglesia Inmaculado Corazón de María, ubicada en el barrio de Constitución, una misa fue interrumpida ayer por cánticos en contra de las políticas del presidente Javier Milei y en repudio a la reciente aprobación de la Ley Bases en el Senado.
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La misa, que recordaba al padre Mauricio Silva, barrendero detenido y desaparecido en 1977, estuvo a cargo de monseñor Gustavo Carrara, vicario general y obispo auxiliar de Buenos Aires.
Durante la celebración, gran parte de los asistentes comenzó a corear "La patria no se vende" en señal de protesta contra el Gobierno. Carrara, testigo del inesperado acontecimiento, emitió posteriormente un comunicado para aclarar lo sucedido y ofrecer disculpas.
"Antes de la bendición final, fui sorprendido por una señora que empezó a cantar 'la patria no se vende'. Muchos de los presentes en el templo continuaron el canto por un minuto", relató Carrara en su comunicado. A pesar de la interrupción, el obispo continuó con la oración y brindó la bendición final antes de redactar el mensaje de reflexión sobre el incidente.
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Carrara expresó su comprensión hacia los feligreses que pudieran sentirse confundidos o molestos, interpretando la protesta como una politización de la Eucaristía, sacramento de unidad. "Entiendo que algún fiel sencillo podría verse confundido, o incluso molesto por esta situación, que puede interpretarse como politizar partidariamente la celebración de la Eucaristía", señaló.
El obispo destacó la necesidad de que el amor celebrado en la Eucaristía trascienda el templo y se refleje en la acción política. "Celebrar la Eucaristía es celebrar el Amor, y es necesario que ese amor salga más allá del templo, también en la acción política", afirmó Carrara.
Asimismo, reconoció que para muchos la política es vista negativamente debido a la corrupción y la ineficiencia de algunos políticos, pero cuestionó si es posible un mundo sin política y un camino eficaz hacia la fraternidad universal y la paz social sin una buena política.
En las líneas finales de su comunicado, Carrara asumió la responsabilidad del incidente y pidió disculpas a quienes pudieran haberse sentido ofendidos. "Como celebrante principal asumo la responsabilidad, y pido humildemente disculpas al que pudiera sentirse ofendido por el mismo", concluyó.