Viaja en caballo hasta una loma para poder mandar la tarea
Más allá del esfuerzo de docentes, padres, tutores y alumnos, la pandemia dejó en evidencia que el sistema de educación, en su modalidad no presencial, no es igual para todos. Muchos estudiantes se están quedando sin aprendizaje, debido a la falta de conectividad o de dispositivos tecnológicos para recibir clases virtuales o tareas a realizar.
Después están los alumnos o padres que tienen que hacer malabares o sacrificios para poder pasar este obstáculo y seguir "comunicados" con los educadores.
Una de las tantas historias conmovedoras es la de Jeremías Gonzales Ordienco que a 30 kilómetros de Santa Isabel (La Pampa), casi al límite de territorio mendocino y se tiene que trasladar hasta una loma en caballo para poder tener señal y mandar su tarea.
El pequeño de 7 años es alumno de la Escuela N° 99 (Santa Rosa) y vive con su familia en el campo, sus padres son puesteros. Esta localidad
La maestra de Jeremías, Sonia Díaz, fue la que compartió esta historia a través de las redes sociales. Donde cuenta que el niño se traslada hasta esa loma para hablar con ella y también para mandarle videos a sus compañeros.
"Nos hizo conocer hace un mes atrás su mascota preferida, un peludo, su caballo, el mismo que lo acompaña hasta la loma. Normalmente va día por medio a pesar del viento, los días grises, que lo han acompañado, pero es evidente que su responsabilidad esta primero. En este momento estamos leyendo porque les cuesta, entonces le envié canciones para cantar en familia luego leerlas y escribirlas", explicó la docente.
"Hola seño, estoy acá en el campo. ¿Qué estás haciendo? Quiero mandarles saludos a mis compañeros", dice el video. «Seño, mirá qué hago de gimnasia», cuenta en otro, mientras rueda médano abajo.
La docente reveló que la historia de Jeremías se replica en otros alumnos que están en la zona rural donde "el sacrificio y la responsabilidad son los mejores canales de comunicación".
"Este camino con Jeremías lo hago junto a su familia, sin ellos hubiese sido imposible. Como así también el resto de las familias que me acompañan son incondicionales. Y por supuesto la pesada de la seño Sonia que llama y llama.... Son 17 alumnos, 17 familias y ahora me agregaron a mí", posteó este jueves la docente Sonia Díaz.
Su maestra no deja de sorprenderse y de emocionarse con cada video del pequeño, que lejos de relajarse con sus tareas -por el contexto en el que vive- las asume y las aborda con una responsabilidad digna de admirar y compartir.
Está más que claro el sacrificio que hace este alumno y su familia para que pueda r seguir aprendiendo y estar en contacto con su comunidad educativa.