¿Y ahora? Suspendieron la reunión prevista con el Club de París para la renegociación de la deuda
La reunión programada para mañana con el Club de París para la renegociación de una deuda de unos US$ 2.000 millones fue postergada y la nueva ministra, Silvina Batakis, deberá diagramar un nuevo conclave para las próximas semanas.
El ex ministro Martín Guzmán tenía previsto viajar este martes a la capital de Francia, pero tras su alejamiento, el nuevo equipo económico se vio obligado a reprogramar la agenda de reuniones.
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En la relación con los organismos internacionales, Batakis tenía pensado tener un primer contacto hoy con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ahora, con esta suspensión, la funcionaria deberá definir el nuevo encuentro con el ente europeo.
La reestructuración de la deuda con el Club de París siempre estuvo ligada al programa con el FMI, ya que es una condición de ese organismo.
En junio del año pasado la Argentina y el Club de París acordaron un programa transitorio que postergaba vencimientos a cambio de pagos que alcanzarían los US$ 420 millones hasta mayo de 2022. De este modo la Argentina logró un alivio de unos US$ 2.000 de la deuda original.
Vencido ese acuerdo transitorio, Guzmán logró un nuevo diferimiento para negociar otro cronograma de vencimientos.
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El decretó decreto 286/2022 avalado por Alberto Fernández detalló que la postergación regía "hasta la existencia de un nuevo acuerdo marco", fruto de una negociación del país con las autoridades del Club y sus 16 países integrantes", o, en su defecto, "hasta el 30 de septiembre de 2024".
El mismo documento determina que la Argentina debe renegociar el pago de cerca de US$ 2.500 millones que adeuda a 24 agencias y bancos de 16 países: Alemania, España, Francia, Estados Unidos, Bélgica, Dinamarca, Austria, Canadá, Israel, Italia, Japón, Suecia, Suiza, Reino Unido, y Países Bajos.
Los pagos parciales que se fueron realizando producto de este acuerdo redujo la deuda a US$ 2.000.
Estar en condición de deudor "performing" con el Club de París permite que las empresas radicadas en la Argentina puedan pedir créditos directo a sus casas matrices que están radicadas en alguno de los países que conforman ese conglomerado.