Ahora: un ex Gran Hermano denunció que fue abusado sexualmente por un productor del programa
El mundo de la televisión en Argentina se ha visto conmocionado en los últimos días debido a las acusaciones de corrupción y abuso sexual contra personalidades conocidas del medio.
En medio de la causa contra Jey Mammón, los ex Gran Hermano pasaron por la Peña de Morfi
Marcelo Corazza, el ganador de la primera edición de Gran Hermano en Argentina y exproductor del programa, fue detenido por corrupción de menores. Mientras tanto, Jey Mammón, exconductor de La Peña de Morfi por Telefe, enfrenta una denuncia por abuso sexual de un menor.
En medio de estas acusaciones, algunos individuos valientes han decidido hablar sobre sus propias experiencias traumáticas. Sebastián Pollastro, exparticipante de Gran Hermano 2007, ha denunciado que fue abusado sexualmente por un conductor y productor de televisión.
En una publicación en sus redes sociales, Pollastro compartió cómo fue abordado de manera inapropiada por entrevistadores y periodistas, y también habló sobre el abuso que sufrió por parte de un conductor/productor: "Ni hablar del conductor/productor metiéndose en mi habitación borracho, erecto, tirándose arriba de mí en la cama".
Pollastro destacó que no está sorprendido por las acusaciones recientes contra personalidades conocidas de la televisión, pero que le duele y lo hace sentir vulnerable. También señaló que la palabra "abusos" se utiliza en plural porque, lamentablemente, la primera experiencia sexual de alguien puede ser un abuso, lo que puede llevar a que se repita en el futuro debido a la manipulación del abusador, la psique dañada que deja, la complicidad del entorno, la impunidad que les da el poder y el dinero, y una sociedad que sigue evitando hablar de un tema tan incómodo.
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En última instancia, Pollastro enfatizó que esto no se trata solo del mundo de la televisión, sino que el abuso sexual puede ocurrir en cualquier lugar, incluyendo oficinas, aulas y familias.
Concluyó que la sociedad ha naturalizado durante años la presencia de estos individuos en la pantalla, y que se necesita un cambio cultural para abordar adecuadamente el problema del abuso sexual.