Gran Hermano: los participantes se disfrazaron pero se sacaron las caretas uno por uno
Este lunes, los panelistas de Gran Hermano recibieron a "Big Ari" en el estudio y le preguntaron todo lo que querían saber. Ariel quedó eliminado este domingo luego de perder un mano a mano con Julieta y ahora en la casa tan solo quedan 8 participantes.
Entre críticas por su personalidad tan positiva, repaso de tapes, peleas y cruces con Alfa, el participante no se guardó nada y hasta un poco se puso contento por el momento que estaba pasando fuera de la competencia.
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Mientras tanto, era noche de juegos en la casa más famosa de la televisión. Los competidores de Gran Hermano dejaron de ser ellos por un segundo y se transformaron en una lista de impensados personajes. Con disfraces muy elegantes, los chicos se pusieron en la piel de otras personalidades, que les quedaban bastante a la perfección.
La primera en desfilar fue Romina que, entre vergüenza y discresión, nos entregó una Gatúbela que revolucionó a todos. Por el otro lado, apareció Alfa encarnando a alguien que le quedaba a la perfección: Pedro Picapiedra.
Después, apareció Lucila la Tora en una vestimenta vikinga que no hacía más que quedarle excelente con su personalidad. Segundos después apareció Camila, con un look de vaquera que recordaba a Jessy de Toy Story.
Quedaban pocos participantes cuando fue el turno de Marcos, que se convirtió en un faraón egipcio. Tras él vino Daniela en un traje que parecía hecho para ella y le valió un montón de nombres combinando el de Pocahontas con el suyo.
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Los últimos dos participantes en aparecer no se quedaron atrás tampoco: Nacho encarnó a Harry Potter y Julieta se puso las alas y la magia de Tinkerbell.
Ahora, ¿cuál fue la idea de todo esto? Santiago del Moro explicó que los disfraces eran para facilitarle una misión a sus compañeros: hablar de los demás, tanto de lo malo como de lo bueno. Así uno por uno fueron haciendo un revisionismo de sus compañeros, con comentarios de todos para cada uno.