Un ex participante explicó por qué no hay libros en Gran Hermano

Santi Maratea se preguntó por qué no habían hábitos de lectura dentro de la casa y le dieron la respuesta más inesperada.

El regreso de Gran Hermano representó el punto máximo del éxito de los realities. Hace tiempo que las productoras televisivas, sobre todo Telefé, vienen apostando por este formato abandonando las ficciones. A la vista están los resultados en el rating.

Fue así como la casa más famosa del país volvió a estar al aire con su tradicional formato. Entre competencias, juegos, desafíos, complots y discusiones, la dinámica de Gran Hermano se lleva toda la atención de los televidentes.

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En el medio, muchas personalidades cuestionan el consumo de este tipo de formatos y tienen algo para acotar. Algo así fue lo que hizo Santi Maratea. El influencer apareció en sus redes sociales con una curiosa pregunta, que desató un debate y recibió todo tipo de respuestas.

Maratea usó su cuenta de Twitter para preguntarse: "Nada que ver, pero ¿no es loco que en la casa de Gran Hermano no pongan libros?". Su consulta desató todo un debate, con todo tipo de conclusiones. Muchos alegaron que la lectura no fomenta las relaciones por lo tanto el juego: se espera ver a los chicos vincularse directamente con el objetivo de "irse eliminando" y generar interacciones que atrapen al público.

"La idea es que interactúen. Que se aburran e interactúen. Si cada uno está en la suya leyendo es más difícil", le respondió una seguidora a Santi Maratea. Pero más tarde, vino una respuesta un poco más lógica al respecto de por qué no hay libros en Gran Hermano, y que tiene que ver directamente con el juego dentro de la casa.

Gastón Trezeguet, ex participante de GH de la edición 2001, explicó qué fue lo que hizo con los libros que habían en esa ocasión y que provocó que para las próximas entregas, ya no estuvieran disponibles.

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"Son armas para complotar, eso fue culpa mía", le respondió el antiguo participante al influencer. Pasó que los participantes utilizaban los libros para armar sus estrategias, dejarse mensajes y complotar contra sus compañeros, algo que está prohibido en el juego. 

Igualmente, muchos se la arreglaron de distintas maneras para poder ordenar las filas. Después de eso, vino el tiempo donde dejaban cosas escritas en el freezer. En esta edición, el Conejo confesó que con Coti se metían debajo de las sábanas y se "dibujaban" las letras con caricias para comunicarse el complot. Cada vez nos sorprenderemos más.


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